miércoles, 11 de agosto de 2010

La inspiración llega muy de tarde en tarde. A veces las musas se olvidan de ella (como decía Serrat en su canción) y no puede escribir nada coherente. Otras veces las emociones se desbordan y sólo entonces puede escribir. ¡qué situación!

Hay cosas que tardan en madurar, o en ser descubiertas, o en aparecer en nuestras vidas. Una de ellas es saber a ciencia cierta que nadie puede vivir solo, que somos animales sociales y nuestra alma necesita a otras para sobrevivir. Son las relaciones personales, el cariño y la aceptación de uno mismo lo que nos hace avanzar.

Esto que parece de perogrullo, no es tan fácil como parece. Las relaciones pasadas nos marcan el presente. Las relaciones personales son el obstáculo mayor al que se enfrentan gerentes, políticos, médicos, obreros, trabajadores en general para desarrollarse y crecer en lo profesional, en lo familiar, en lo privado.

La pregunta es ¿cómo avanzar? ¿cómo invitar al amor a la vida? ¿cómo hacer sentir a los demás que está ahí? ¿cómo sobrevivir cuando no hay aceptación?

Ella no tiene respuesta, ha echado anclas, ha varado su destino, se ha agarrado a un clavo ardiendo. Se quema pero no lo suelta.

La familia, la pareja, los hijos, las amistades....