
Para empezar diré que mi nombre verdadero es Montserrat. Me gusta el nombre por lo sonoro, decirlo entero es como ponerse firmes, da fuerza. Sin embargo a la gente le cuesta decir los nombres largos y tienden a acortarlo. De esta manera Montse es lo más común que me llamen y a pesar de mi gusto por el nombre completo yo misma abrevio por aquello de facilitar la comunicación.
Mis padres de pequeña me llamaban Montse y sólo cuando reclamaban mi atención o me echaban la bronca me decían MONTSERRAT (que ellos pronunciaban como munsarrat con fuerte entonación aguda). De esta manera Montse se hacía más dulce y benévolo que el nombre completo.
En mis primeras andanzas por internet y buscando un nick que me acompañara en mis navegaciones por el espacio internauta recordé el sonido de mi nombre en la infancia y lo asocié con Moon Sarat porque Moon (luna) reflejaba aquel momento de mi vida enigmática, cambiante, nocturna, intuitiva y Sarat por recuperar la parte oculta de mi vida que nunca había salido a la luz igual que la parte que no se pronuncia en mi nombre. Lo que no se nombra no existe. Así me sentía yo, desaparecida de mí misma, oculta tras la luna por temores, locuras, abandonos, aislamiento. Un lugar inhabitable pero tremendamente aleccionador.
Así que al crear este blog donde pretendo volcar algunas reflexiones, mis gustos y disgustos sin muchas pretensiones y sin esperar que despierte el interés de nadie, he pensado que el mejor título era precisamente Los mundos de Sarat, mi mundo, que se abre a tu mundo y al de la comunidad internauta.
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