Pero nada ha salido como había pensado y ha sido ¡mucho mejor!. El viaje ha sido más emotivo que turístico sorprendiéndome el recorrido: una vuelta a mi infancia, a los lugares donde nací y viví, un re-encuentro con personas olvidadas y emociones guardadas. Un viaje interior con poca pierna y mucho corazón. Ahora en mi mente resuena la frase "osti tú, la Montse de Bilbao".
Nací en el barrio de Gracia de Barcelona, peculiar en sus edificios, sus calles, su gente, es un pueblo dentro de una ciudad con vida propia como puede verse en sus fiestas organizadas por los vecinos, su vecindad, sus comercios multiétnicos, internacionales y catalanes a la vez. Una muestra de algunos de los miradores que me gustaron.
Entrando por la calle de Santa Perpetua que sigue igual que siempre lo que evocó recuerdos profundos de correrías en la calle, el olor de un colmado que ya no existe, la señora mayor que siempre estaba en la ventana (de un bajo) y me daba miedo, llegamos a Pasatge Frigola, un callejón sin salida con algunos cambios pero manteniendo su aspecto original donde jugaba sin peligro porque sólo entraban los coches de los vecinos.
La puerta de entrada de la casa donde nací (soy lo suficientemente vieja como para haber nacido en un colchón, no en una camilla hospitalaria).
Para finalizar el viaje con mi recién estrenada cámara de fotos regalo del Olentzero, un homenaje a Gaudí
7 comentarios:
Que chulo, ya sabes que tengo debilidad por Barcelona. Aunque en la capital he estado pocas veces, pasé muchos veranos en mi pueblo, en Masquefa, y tambien tengo muy buenos recuerdos de aquello.
Gracias por compartir los tuyos.
Un besote, o mejor, un patò
Aupa guapa¡
Pues yo tb vivía en Barcelona, aunque un año solamente y además de 0 meses a un año, pero hace unos pocos años, sí que estuve una semanita por Barcelona, y me encantó el Paseo de Gracia, por el que creo que paseé prácticamente todos los días.
En cualquier caso, con lo contenta que volviste, que bien que te sentó ese viaje a la niñez y sobre todo a esas personas que la habitaron. Cuando estuve en Barna, yo con mi madre, ella también se re-encontró con una amiga de sus años allí, y después de tantísimos años, recuperaron una amistad intacta y en el punto en el que la dejaron ... va a ser que Barcelona es la ciudad de los re-encuentros.
Un beso guapa, y gracias por esta entrada.
Hola Sarat, muy chuli el relato. Que casualiad, yo también pasé parte de mi infancia en esas calles:-)
Besos,
Jauma
Hombre, Sarat! Por fin vuelvo a seguirte la pista. Qué bonito viaje a Barcelona, qué tierno, qué emotivo, qué humano y qué bonita la ciudad condal. Mira que yo no la he visto desde los 14 (no importa, tengo 15). Pues eso, que estará muy cambiada y ya me gustaría, ya, volver. Me encanta la escalera de casa de la tita. Un beso, guapa.
mols patunets per tots
Gracias Elenium por tus paseos por mi blog.
Beatriz guapa tu alma sensible siempre viaja conmigo.
Jaime, hermano, colega de tocatimbres y carreras en triciclo...
Mimenda viajera algún día te invitaré a que veas la escalera de mi tieta en persona, no te defraudará.
WOW!!!
Ostias tu,,, la Montse de Bilbao!!! Se creeran estos Catalanes que Barcelona no es Bilbao???... Ingenuos!!!
Un besote.
Pues mira que se lo he dicho pero oye, ni caso, siguen pensando que Barcelona es el ensanche del barrio de Gracia, cojons.
En fin, la ignorancia es muy atrevida... ni siquiera saben que son vascos, como dijo Oscar Terol.
Publicar un comentario