domingo, 1 de febrero de 2009

Amanecer desde la ventana de mi cocina

Después de mirar al cielo gris y plomizo de estos días, apesadumbrados por los vientos huracanados, las inundaciones que casi anegan casas amigas y la siempre presente lluvia de los últimos meses, una mañana me levanto y contemplo la prodigiosa luz del amanecer que otros inviernos veía cada mañana y casi había olvidado. Así que me quedé un rato mirando, extasiada por los colores azul, malva y ocre, contenta de ver el sol y animada de salir un día sin el dichoso paragüas. Amanece al fin. Silogismo de la vida misma.













2 comentarios:

Elenium dijo...

¡Que fotos mas chulas!

Yo debo confesar, que el viernes, cuando salió el sol, casi lloro de la emoción. Lástima que duró tan poco tiempo......

MS dijo...

Vaaa... si tampoco hemos tenido tan mal invierno... solo he pasado casi todos los fines de semana en casa, total quien quiere salir a la calle... snif snif