lunes, 13 de abril de 2009

Y el monstruo sigue devorando...

Cuando hablamos de crisis globalizada, pensamos que afecta a todo el universo económico del planeta Tierra... pero NO, había un país que parecía inmune a este fenómeno: Japón.

Sin embargo acaba de ser devorado por el monstruo psicópata (persona incapaz de sentir compasión ni empatizar con los demás) de tres cabezas: avaria, codicia y fraude.

En una muy breve historia económica de los últimos 20 años de Japón, os cuento que Japón es un país que se ha dedicado a crecer y expandirse a base de estar en recesión. Sí, parece una incongruencia para nuestra mentalidad occidental expansiva e invasiva, pero la "recesión" les ha permitido bajar los precios de la vivienda y de los artículos de consumo de forma paulatina (repito desde hace 20 años) y actuar con tipos de interés muy bajos.

¿Por qué han actuado así? Porque Japón es un país dominado por la industria productiva y creado para la exportación. Crean, diseñan, desarrollan, fabrican y exportan todo tipo de artículos de consumo. Sobre todo exportan,
viven de vender hacia fuera y el mercado interior no tiene tanto peso como en Europa o EEUU. Por tanto para vender más han necesitado fabricar barato (de ahí la recesión) y sobre todo tener una moneda débil (el yen estaba muy depreciado respecto al dólar). Para conseguir esto último el Banco Central Japonés ofrecía dinero en el mercado financiero al 1%, muy por debajo de los mercados financieros occidentales lo que les permitía tener una moneda débil. (Mil perdones a quien entienda de economía por esta tan simplificada historia económica pero me hacía falta para entrar en contexto sin enrollarme más de lo ya he hecho).

Pero resulta que esta fórmula económica que les hacía mantenerse medianamente alejados de la especulación financiera para ser ricos y centrarse en la productividad y la exportación para ser los mejores del mundo (Toyota casi lo consigue y lo contaré en otra entrada para no liar) tiene un punto débil que el monstruo devorador ha encontrado y les está comiendo su estabilidad y equilibrio. ¿Cómo? Los bancos (verdaderas máquinas dirigidas por monstruos sin intención de producir para la sociedad sino de alimentarse de ella) no tienen dinero debido a las hipotecas basura y el fraude piramidal (lo explica excelentemente Leopoldo Abadía en los videos que he colgado a continuación):
las hipotecas basura








y los fraudes piramidales








Como consecuencia de no tener dinero, a los bancos no se les ocurre otra idea mejor que comprar yenes con un interés del 1% para cambiarlos por dólares o euros que pueden venderlos a otros bancos o empresas necesitados de liquidez a quienes les piden un 2% o 3% de interés. Vamos, un beneficio garantizado.

Pero, ay, esto hace muy atractiva la moneda japonesa que se ha revalorizado espectacularmente en los últimos meses. Consecuencia, la industria japonesa ve que exportar sus productos es mucho más caro porque el yen vale mucho más y es más caro comprar el mismo producto fabricado en Japón. Consecuencia 2, se han reducido las ventas y el mercado japonés está en crisis por falta de exportación.

¡Mecachis los bancos! ¿Para qué han querido tanto dinero? ¿Quién se ha beneficiado de tanta bonanza económica? ¿Por qué los gobiernos dan tanto dinero de manera tan alegre y descontrolada a estos monstruos? ¿No sería mejor dar el dinero a la industria? al menos producen algo útil a la sociedad (lo que sea) y además generan empleo.

De repente me siento la reina de corazones de Alicia en el Pais de las Maravillas:




¡QUE LE CORTEN LAS CABEZAS!

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